Dicen que la historia la escriben
los vencedores, por eso muchos sucesos de los hechos históricos pueden desatar una
gran polémica.
Por ejemplo, en México la
historia tiene un gran peso, sin embargo, mucho de lo que vemos en los libros
pueden traer datos imprecisos.
Cuando estábamos en la primaria,
muchos de nosotros crecimos con una "historia no muy verdadera" y conforme
fuimos creciendo no fuimos dando cuenta que algunos datos no eran tal y como
nos lo habían enseñado.
No obstante, también existen
datos que por el contexto histórico son difíciles de validar, y nos quedamos
con una versión que quizá no sea cien por ciento verídica.
La historia no es como la
cuentan, es mejor.
1. ¿Existió el Pípila?
La realidad es que no existen
pruebas sobre la existencia de Juan Martínez: los barreteros eran muchos en una
región que vivía de la minería y es posible que los jefes insurgentes enviaran
a uno de ellos (Juan, Pedro, Antonio…) como carne de cañón. El Pípila
representa a esos hombres anónimos sacrificados en la Independencia.
2. El indio que llegó a ser
presidente
La historia oficial enseñó a los
mexicanos a admirar a Benito Juárez porque fue el indio que llegó a ser
presidente. Sin embargo, Juárez jamás utilizó su origen para que lo trataran de
forma especial; en sus discursos no hay autocomplacencia o conmiseración hacia
los indios. La grandeza de Juárez radica en que él siempre se concibió a sí
mismo como un ciudadano. Y en todo caso, otro indio que también llegó a ser presidente
fue Victoriano Huerta.
3. ¿Sin Malinche no hay
Conquista?
Su nombre tal vez fue Malitzin y
terminó en Malinche. Su nombre cristiano fue Marina, la de Cortés, por su
relación con Hernán con quien tuvo un hijo: Martín. Su papel fue fundamental
para el proceso de conquista pues sirvió como traductora de los españoles. De
todos modos la Malinche representa la otra conquista: la del mestizaje.
4. Santa Anna, ¿era tan perverso
como dicen?
Le decían el “quince uñas” por su
desmedido gusto por el dinero. Fue ejemplo del chaquetero político: de
monárquico a republicano, federalista, centralista, dictador y lo mismo pero de
regreso. Ganó y perdió importantes batallas; malvendió territorio mexicano...
Pero tenía un gran carisma y el ejército lo respetaba. Las veces que ocupó la
presidencia fueron con el consentimiento de sus compatriotas que lo mismo lo
adoraban que lo crucificaban.
5. Francisco Villa ¿bandido o
luchador social?
En la figura de Villa se funden
realidad y leyenda: desde un Robin Hood a la mexicana, hasta bárbaro
incontenible, a genial estratega. Su revolución fue más allá del bandolerismo.
Aunque inculto (aprendió a leer muy tarde), era un hombre simple que conocía
bien las miserias de la gente del campo; creía en el poder redentor de la
educación; fue leal con sus hombres y actuó acorde con sus ideales. Ah, y
también derramó mucha sangre sin el menor remordimiento...
6. ¿Indalecio o Ignacio?
Existe la creencia equivocada que
la I de Francisco I. Madero corresponde a Indalecio. No existe documento
alguno, ni entrevista, ni testimonio que pueda confirmar esto. Hoy no queda
lugar a dudas: la I es de Ignacio según señala su fe de bautismo y el acta de
nacimiento. Así fue bautizado por sus padres ya que eran devotos de San
Francisco de Asís y San Ignacio de Loyola.
7. ¿Zapata era un pobre campesino?
Aunque la historia oficial ha
presentado a Emiliano Zapata como un indio pobre que se levantó en armas, lo
cierto es que era un pequeño propietario, dueño de un pedazo de tierra para
cultivar; tenía sus buenos caballos e incluso, en una ocasión, los ingresos que
ganó por una buena cosecha de sandías los empleó para comprarse una botonadura
de plata para su traje charro. Le gustaba la comida francesa y el buen coñac.
8. ¿Qué gritó Hidalgo?
Cada 15 de septiembre, los
mexicanos repetimos el famoso Grito con el que se inició la Independencia de
México. Pero hay algunas precisiones que hacer: Miguel Hidalgo y Costilla dio
el grito como a las dos de la mañana del 16 de septiembre de 1810, y antes
pronunció fuertes ¡vivas! a la Virgen de Guadalupe, a la religión católica y al
rey Fernando VII y, eso sí, algunos “¡mueras!” al mal gobierno.
9. El mito de la Revolución
Siempre se dijo que el pueblo
mexicano “como un solo hombre” se levantó en armas contra Porfirio Díaz y
contra Victoriano Huerta. Esta
afirmación es falsa. La Revolución mexicana fue la suma de distintas
rebeliones. Y el periodo más violento fue cuando los revolucionarios se
enfrentaron entre sí. Los supuestos héroes que se decía lucharon juntos y
unidos, terminaron asesinándose unos a otros.
10. El niño héroe que nunca
existió
Siempre se dijo que los niños
héroes eran seis y que uno de ellos se
arrojó envuelto en la bandera desde lo alto del Castillo de Chapultepec. Pero
la realidad es otra. Si bien seis de ellos murieron el 13 de septiembre de 1847
y ninguno se aventó, más de cincuenta cadetes también participaron en la
defensa, uno de ellos, Miguel Miramón, cayó herido en la defensa de la patria.
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